La OMS ha actualizado su documento de referencia a la hora de establecer recomendaciones claves para eventos multitudinarios en el contexto del COVID-19, destacando la importancia que tienen este tipo de encuentros a nivel político, social, cultural y económico. Según el nuevo documento, para la OMS, los eventos que generan pública concurrencia “no son meramente eventos recreativos” y destaca algunos aspectos claramente positivos de los eventos como el generar “bienestar psicológico en un gran número de personas (por ejemplo, eventos religiosos), pueden desempeñar un papel importante en la promoción de comportamientos saludables (por ejemplo, eventos deportivos), proporcionar empleo a un gran número de personas y pueden dejar un legado de activos”.
Esta actualización de la guía y de sus recomendaciones destaca por reflejar con mayor detalle las diversas tipologías de eventos multitudinarios además de considerar los avances al respecto del conocimiento del impacto del virus. La realidad de algunos países al respecto de la pandemia obliga a aplicar medidas restrictivas que dificultan la celebración de eventos, pero la propia OMS señala que, según se vayan ajustando a la evolución epidemiológica, “la decisión de proceder con un evento y cómo proceder se vuelve altamente pertinente”.
A falta de una definición precisa, la OMS establece que “los encuentros multitudinarios pueden ser planificados o espontáneos, pero en el contexto de la pandemia COVID-19, las autoridades relevantes deben garantizar que los eventos espontáneos sean los mínimos”. Y esta afirmación es importante porque destaca que, a diferencia de los eventos planificados, los espontáneos “probablemente no tienen una planificación adecuada para implementar medidas de prevención y control para reducir el riesgo de transmisión o la posible presión sobre los servicios de salud”.
La importancia del sector de los eventos y su retorno en un contexto seguro quedan claras también para la OMS, que confía en un sector que debe ser capaz de gestionar y mitigar nuevos riesgos como el coronavirus. El documento indica que ya que los eventos “tienen implicaciones políticas, culturales, sociales y económicas sustanciales, las autoridades deben evaluar la importancia y la necesidad de un evento y considerar la opción que puede tener lugar, siempre que todos los riesgos de salud pública asociados se aborden y mitiguen adecuadamente”.
Por tanto, es el momento de volver a demostrar que el sector es capaz de analizar y de crear estrategias de mitigación que permitan un progresivo retorno seguro de los eventos, tal y como lo ha señalado la OMS.